Play

¿Alguna vez te has sentido decepcionado porque alguien no cumplió una promesa que te hizo? Las promesas incumplidas pueden causar un gran daño a las relaciones. Otro proverbio actual es ” prometer menos y cumplir más “.

Ya sea en un entorno empresarial o en tu familia, las promesas deben hacerse con cuidado. El sabio Salomón nos dijo esto hace muchos siglos: “pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir” (Eclesiastés 5: 5).

Y nuevamente escribió en Proverbios: “Esperanza frustrada, corazón afligido, pero el deseo cumplido es como un árbol de vida” (Proverbios 13:12).

Las promesas generan esperanza, ¿verdad? Si te prometo que haré algo por ti, tienes esperanzas y confías en que cumpliré mi promesa. Y si no lo hago, eso se convierte en “esperanza frustrada” y realmente puede enfermar tu corazón. Puede doler porque se siente como una traición o un rechazo.

Ten cuidado con lo que prometes. Si le prometes a un cliente que le devolverás la llamada en una hora, asegúrate de volver a llamar en ese período de tiempo. Tal vez haya sido una promesa poco realista, así que no digas que los haces solo para que ese cliente deje de llamarte o para quitártelo de tu espalda. Promete sólo lo que estás seguro de poder cumplir.

Si adoptamos este lema para nuestra vida personal: “prometer menos y cumplir más”, estaremos estableciendo una reputación que traerá gloria a Jesús. Es parte de vivir una vida de gran integridad, asegurándonos de cumplir todas las promesas, sin importar cuán pequeñas sean, y haciendo un esfuerzo adicional cada vez que podamos. Es vivir la Regla de Oro que Jesús nos dio: tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.

No te olvides de prometer menos y cumplir más. Estarás contento de haberlo hecho.