Play

Hay un himno que solemos cantar en Pascua que toca mi corazón y me ayuda a recordar lo que Jesús hizo por mí. Es cuando estudio la maravillosa cruz. Estas son algunas de las palabras:

Cuando examino la maravillosa cruz en la que murió el Príncipe de la Gloria

Cuento mi ganancia más rica, pero pierdo y desprecio todo mi orgullo.

Mira desde su cabeza, sus manos, sus pies, tristeza y amor fluyen mezclados

¿Te encontraste tanto amor y tristeza o las espinas compusieron una corona tan rica?

¿Era todo el reino de la naturaleza mío, un regalo demasiado pequeño?

El amor tan asombroso, tan divino exige mi alma, mi vida, mi todo.

Te sugiero encarecidamente que leas y cantes cualquier himno que se centren en lo que Jesús hizo por nosotros en el Calvario. Examina la cruz: mírala, piensa en ella. El Señor de los Señores, murió en una cruz por ti. Ve cómo sufrió en esa cruz, y el mayor sufrimiento fue la separación de Dios, su Padre. Nunca antes o desde entonces se han reunido tanto amor y pena en una sola persona. Si tuvieras todo el mundo, todas las riquezas, fama y gloria que el mundo podría darte, sería demasiado poco para devolverle a Jesús el asombroso amor que tiene por ti. Que el amor exige, – demanda, tu vida, tu todo.

Canta algunos de los maravillosos himnos de Pascua. No importa si puedes cantar bien o no. Solo cántalas para ti y para Dios. Sugeriría algunos viejos y nuevos. – Hay grandes himno antiguos y nuevos también hermosos en verdad. Cántalos; léelos en voz alta. Búscalos en Internet y juega con ellos. Deja que penetren en tu corazón mientras preparas tu mente para la Pascua.

Te insto a que no dejes que el Domingo de Resurrección se acerque sin prepararte el corazón. Tómate el tiempo necesario para enfocar tu corazón y tu mente en el significado de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús. No permitas que tu apretada agenda te impida estar listo para celebrar a nuestro Salvador resucitado.