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Sabes, cuando haces algo durante 32 años, debe haber una buena razón para hacerlo, ¿verdad? Bueno, eso puede no ser siempre cierto; a veces simplemente hacemos cosas porque, bueno, esa es la forma en que siempre lo hemos hecho. Por lo tanto, es realmente útil hacer un inventario de sus actividades, lo que hace y por qué lo hace, para asegurarse de que todavía valga la pena, produciendo buenos resultados.
Llevamos 32 años realizando nuestro escape de fin de semana. No demasiados eventos tienen ese tipo de larga vida. Y puedo decirte que después de cada escape, le pregunto al Señor: “¿Quieres que lo hagamos de nuevo?” En otras palabras, no sigo organizando estos eventos simplemente porque lo hemos hecho antes. Quiero asegurarme de que satisfaga las necesidades y marque la diferencia. Y cada año la respuesta ha sido que Dios aparece y toca vidas de formas que nunca imaginé.
Al hablar con Dámaris Carbaugh recientemente, que ha estado con nosotros muchas veces y volverá a estar este año, le pregunté qué considera que es la mejor parte de nuestros escapes. Aquí está su respuesta única:
Dámaris: ¡Todo! Cada sesión que estamos juntas, estamos comiendo juntas… todas nosotras experimentamos la vida cristiana como hermanas. Lo más sorprendente que he visto es que algunas mujeres llegan al escape que no eran hermanas y luego se van como hermanas en Cristo. Es realmente un escape … un descanso y una recarga para volver. Es un lugar donde vienes y pasan muchas cosas, pero te vas con poder, alegre y contento de pertenecer a Jesús.