Play

¿Cómo sabemos cuándo es el momento de moverse? Dios no nos habla directamente como lo hizo con Moisés. Entonces ¿Cómo escuchamos su voz claramente?

Si está esperando que Dios te muestre exactamente cómo funcionará todo, darte una hoja de ruta clara y un plan para los próximos movimientos, probablemente nunca te moverás. Dios nos pide que caminemos por fe, no por vista. Eso significa que das el siguiente paso, aunque no sepas exactamente qué te depara ese siguiente paso. No digo que te muevas sin mucho pensarlo y orar, pero en algún momento, tienes que moverte o abandonarlo.

Hubo momentos en los que comencé a moverme en una dirección determinada, pensando que era hacia donde Dios me dirigía, solo para descubrir que no solo las puertas se cerraron en mi cara, sino que mi pasión y mi deseo murieron muy rápidamente. Esa fue una señal para mí de que estaba avanzando en mis planes, no en los de Dios. En otras ocasiones, salí por fe, temblando en mis pies, pero segura de que Dios me estaba guiando, y que era hora de hacer algo.

De hecho, comencé este ministerio de radio hace treinta y cinco años, después de orar por eso durante dieciocho meses. Un día, mientras conducía hacia el trabajo, después de orar por eso nuevamente, la sabiduría de Dios para mí fue: “Ya has orado sobre esto lo suficiente; muévete ”. No tenía idea de qué hacer, pero al menos decidí hacer una llamada telefónica y obtener algunos consejos. Una vez que decidí moverme, Dios comenzó a moverse de manera milagrosa, y en tres meses el programa de radio comenzó en una estación en Chicago, y ahora se escucha internacionalmente en más de 400 estaciones. Pero hubo un momento en que supe que era hora de dejar de orar sobre si debía hacer algo o no, y dar el primer paso.

¡Detente, Ora, muévete! Hay momentos en nuestras vidas cuando alguno de estos tres es apropiado. Si estás en modo de parada, pregúntale a Dios si es hora de moverse. Si estás tratando de hacer que las cosas sucedan y abres las puertas, pregúntale a Dios si es hora de detenerte y orar. Proverbios 16: 3 dice: ” Pon todo lo que hagas en manos del Señor,  y tus planes tendrán éxito”.