Play

El apóstol Pablo escribe en Filipenses 3: 12-14 que se olvida de lo que queda atrás para seguir adelante hacia la meta a la que Dios lo ha llamado.

Una razón por la que Pablo pudo dejar atrás su pasado fue porque sabía que estaba perdonado y que Dios había dejado atrás su pasado. Me imagino que debió haber luchado con el hecho de que había perseguido y asesinado a cristianos en su pasado, pero en ese camino a Damasco encontró a Jesús y desde ese momento era un hombre perdonado, y había aceptado ese perdón.

Quizás eso es lo que te mantiene esclavizado de tu pasado: realmente no sientes que Dios te ha perdonado. Bueno, si le pediste sinceramente que lo hiciera en el nombre de Jesús y a través de su sangre derramada, entonces tenía que perdonarte o sería un mentiroso, y Dios no es un mentiroso.

Tal vez simplemente no te sientas perdonado. Ahí es donde debes ignorar esos sentimientos y vivir por fe.

Cuando el enemigo venga a perseguirte con esos pecados pasados, cita 1 Juan 1: 9 una y otra vez, en voz alta si es posible: “pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”. Devuelve la palabra de Dios a la cara de Satanás. Dios purifica de toda maldad, así que no dejes que te diga que tu pecado es demasiado grande o demasiado terrible.

Para dejar atrás tu pasado, debes aprender a pensar correctamente. El lugar donde tu pasado te llega es en tu mente, esos pensamientos, pesadillas y recuerdos que se arremolinan en tu cabeza y te paralizan mental y emocionalmente. El campo de batalla es tu mente.

El apóstol Pablo podía dejar atrás su pasado porque estaba aprendiendo a llevar cautivo cada pensamiento y permitiendo que la mente de Cristo en él, controlara su pensamiento. En esa misma carta a los Filipenses, capítulo 4 versículo 8, nos dice lo que debemos pensar: Cosas que son verdaderas, nobles, rectas, puras, hermosas, admirables, excelentes y dignas de alabanza. El pasado que te atormenta no entra en esas categorías, ¿verdad? Entonces, eso significa que debes aprender a practicar este principio y llevar cautivo cada pensamiento para no pensar en el terrible pasado. ¿Cómo haces eso?

Reemplazando pensamientos incorrectos con pensamientos correctos. He escrito un libro titulado Piensa en lo que piensas, y esto podría ayudarte a aprender cómo deshacerte de los pensamientos de tu pasado que te vuelven loco.