Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:28 — 7.9MB)
Mi pastor tiene una frase que realmente me gusta. Él habla de ser amado por la gracia. Esta es una descripción tan hermosa de lo que Dios hace por nosotros, y también describe cómo nosotros, que hemos sido amados por la gracia de Jesucristo, podemos compartir su amor con los demás, para que sean amados por la gracia. Quiero hablar sobre el poder del amor de Dios para ti y para mí y cómo su amor fluye de nosotros a los demás.
El amor tiene el poder de transformarnos, ¿no es así? Por ejemplo, conocer a Jesús y aceptar su regalo de salvación ciertamente transforma nuestra naturaleza. La Biblia dice que nos convertimos en nuevas creaciones en Cristo; Lo nuevo ha llegado, lo viejo se ha ido. El amor de Dios nos transforma como ningún otro amor podría jamás.
No es de extrañarse que Juan 3:16 sea el versículo favorito en la Biblia para muchas personas. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Es por ese amor increíble que podemos tener vida eterna. Me encanta el viejo himno que comienza “Amado con amor eterno, guiado por la gracia que ama saber”. Y luego termina declarando: “En un amor que no cesará, yo soy suyo y él es mío”.
Saber que soy a quien Jesús ama me ha transformado, ¿y a ti? Si hay algo encantador en nosotros, es el resultado del amor de Dios que nos ha cambiado de adentro hacia afuera. Hemos sido amados por la gracia.
Los estudios seculares han demostrado repetidamente cómo el amor transforma a las personas. Nos dicen que saber que somos amados en realidad transforma nuestros cerebros. Pero no necesitamos un estudio científico para decirnos eso. La Biblia lo deja claro. Ten en cuenta este versículo de Colosenses 3:12:
Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.
¿Cómo nos vestimos de compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia, el fruto del espíritu? Ocurre porque, como personas elegidas de Dios, somos tan amados que su amor nos transforma en estas adorables evidencias del Espíritu de Dios.
Amado por la gracia, piensa en eso hoy y acompañame mañana cuando continúe explorando las profundidades insondables del amor de Dios.