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¿Estás en un lugar en este momento en el que sientes que te aferras a tu vida y simplemente no sabes lo que va a pasar? Tal vez tu trabajo está siendo eliminado y estás frente al trauma de encontrar otro. O puede ser que tu matrimonio esté en ruinas y no estés seguro de si sobrevivirá. ¿Podría ser que un hijo pródigo te esté rompiendo el corazón, tomando muy malas decisiones y alejándose de Dios? ¿O te enfrentas a una crisis financiera que te parece un desastre? Podrías decir que solo estás aguantando mientras estás en espera.

Y ya sabes, que no sólo son estas cosas traumáticas, sino que la vida parece estar llena de situaciones casi diarias e interminables, en las que simplemente tenemos que esperar- cosas que no se están moviendo como pensamos que deberían. Entonces, estamos frustrados y agotados por aguantar mientras estamos en espera.

Cuando piensas en alguien en la Biblia que estuvo en espera, lo más probable es que pienses en Job . Hablando sobre aguantar cuando se esta en espera, nadie ha soportado más que Job mientras esperaba que Dios se moviera . En Job 6 dice:

»¡Ah, si Dios me concediera lo que pido!  ¡Si Dios me otorgara lo que anhelo!. »¿Qué fuerzas me quedan para seguir esperando? ¿Qué fin me espera para querer vivir? ¿Tengo acaso la fuerza de la roca?    ¿Acaso tengo piel de bronce? (Job 6: 8, 11-12).

Y en el capítulo 7, sigue diciendo:

Mis días se van más veloces que una lanzadera, y sin esperanza alguna llegan a su fin. Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad (Job 7: 6-7).

Sus palabras pueden expresar tu corazón. Al igual que Job, puedes estar diciendo o pensando: ¿Por qué Dios no ha concedido lo que le he pedido? Yo no tengo fuerzas para seguir aferrándome. Después de todo, ¡solo soy carne! He perdido la esperanza y nunca seré feliz de nuevo.

Si ahí es donde estás, tengo palabras de esperanza para ti cuando estas aguantando.