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¿Tu empleo te causa mucha frustración? ¿Sientes a menudo que solo estás dando vueltas en círculos o marchando en una cinta de correr, sin llegar a nada en tu empleo diario? Estoy hablando de las diferencias entre tu empleo y tu trabajo. Y una diferencia importante es:
- Tu empleo a veces puede generar frustración; tu trabajo, en la mayoría de los casos, dará fruto.
Los empleos no garantizan tranquilidad interior ni logro. Puedes hacerlo con todas tus fuerzas y nunca sentir que has hecho mucho. Puede que nunca recibas el reconocimiento adecuado por tu empleo, e incluso otros pueden atribuirse el mérito. Puedes descubrir que cuánto más haces en tu empleo, más frustrante es. A menudo, nuestros empleos nos traen mucha frustración, por diversas razones.
Por otro lado, tu trabajo te llenará de energía porque sabes que estás haciendo algo eternamente significativo. Tu trabajo te traerá satisfacción. Serás recompensado por tu trabajo y recibirás el reconocimiento del máximo directivo, Dios tu Padre. Seguramente puedes cansarte de tu empleo, pero no te cansarás del trabajo que Dios ha planeado para ti.
- Tu empleo terminará con la jubilación; tu trabajo no terminará hasta la muerte.
Los empleos terminan. O te jubilas, dejas el empleo o este desaparece. Sin embargo, el trabajo no tiene fecha de finalización. Mientras haya vida, hay trabajo por hacer, y le da sustancia y valor a cada día a cualquier edad. Es probable que tu trabajo dé algunos giros y cambios a medida que avanzas en la vida, pero siempre hay trabajo por hacer.
Quizás estés pensando: “¿Quieres decir que no puedo esperar encontrar un empleo que realmente me guste?”. No, puedes educarte y buscar empleo aprovechando tus talentos y fortalezas, y puedes hacer tu trabajo mientras estás en tu empleo. Dios quiere que todos seamos luz en un mundo oscuro, así que parte de tu trabajo puede ser iluminar con la luz y el amor de Jesús desde tu empleo.
Además, Dios a menudo usa nuestros empleos para prepararnos para hacer su trabajo. Las habilidades y la experiencia que adquirí en mi empleo se han convertido en una herramienta en el plan de Dios para impactar vidas de maneras que no habría podido lograr sin él.
Mañana hablaré del gran beneficio que nos brinda comprender la diferencia entre nuestro empleo y nuestro trabajo.