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¿Tienes días en los que sientes que el marcador es: El mundo – 100; Dios – 0? ¿A veces parece que estas en el equipo perdedor?
Tal vez tienes un trabajo donde Dios es irrelevante para la gente que te rodea, donde su nombre se usa solo en blasfemias y aparentemente no piensan en Dios como Creador, Gobernante o Soberano. Estás a diario en un entorno donde un compromiso con Jesucristo se considera tonto, ingenuo o ridículo. Cuando aplicas los principios bíblicos en tu mundo cotidiano, la gente se aprovecha de ti, te ignora o descarta tus ideas por completo.
Seamos realistas, a veces parece que así es. Estás caminando por el buen camino, pero ¿para qué? ¿A dónde te lleva eso? El otro equipo hace lo que quiere y sale ganando. ¿A veces sientes ganas de unirte al otro equipo? ¿Estás cansado de estar en la minoría todo el tiempo, aparentemente perdiendo todas estas escaramuzas que enfrentas todos los días?
Bueno, hoy quiero animarte a recordar una cosa: el capítulo final ya está escrito y sabemos cuál será el final. Pienso en el niño que está leyendo un libro de misterio emocionante cuando su madre insiste en que deje el libro y se ponga a hacer sus tareas. “Pero, mamá, estoy en el cuarto capítulo y el villano tiene al héroe en sus garras. ¡Parece que va a morir! No puedo parar ahora”. Pero su madre insiste tan apurada que pasa al último capítulo y lee la última página. Luego corre a la cocina donde su madre lo esta esperando y dice: “Vaya, ese viejo villano lo está haciendo muy bien en el capítulo 4, pero espera a que llegue al final del libro. ¿Se va a llevar una sorpresa?”. Parece un desastre en el capítulo 4, pero cuando sabes el final, entonces el capítulo 4 adquiere una perspectiva completamente nueva.
Quizás hoy estés en el capítulo 4 y necesites pasar al final y leer la última página. Ya está escrito, y puedo decirte el resultado: Jesús gana y aquellos de nosotros que somos sus seguidores ganaremos y reinaremos con él. Lee Apocalipsis 20, 21 y 22 hoy.
Recuerda, Dios no ha perdido el control de este mundo. Él le está poniendo fin en su tiempo y para sus propósitos. Él es Soberano y todavía reina en el cielo.
Mientras te diriges a un mundo donde puede parecer que el marcador está desigualmente a favor de la multitud del mundo, recuerda el último capítulo y no dejes que el capítulo 4 te desanime. Si conoces a Cristo como tu Salvador, ¡estás en el equipo ganador!