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He elegido un tema bastante sombrío pero muy importante para esta semana, y es vivir como si te estuvieras muriendo. ¿Qué significa vivir como si te estuvieras muriendo? Simplemente significa que eres diariamente consciente e intencional, de que esta vida es temporal, que cada día es un regalo y que, como seguidor de Cristo, serás responsable de tus prioridades, del enfoque de tu vida, de la huella que estás dejando.
Imagina que tienes un frasco de canicas en tu escritorio. Hay una canica por cada semana que vivirás, si llegas a los 100 años. Ahora, supón que cada semana sacas una canica solo para recordarte que tus días están contados. Y luego supón que te preguntas a medida que sacas cada canica: ¿Qué tipo de huella dejé esta semana?
El frasco se iría desocupando poco a poco y te recordaría continuamente que te estás muriendo, que tus días están contados y que, si no eres intencional en cuanto a dejar una huella piadosa que inspire a quienes vengan detrás de ti, no lo harás. Este frasco de canicas sería una manera visible e intencional de ayudarte a vivir como si estuvieras muriendo.
Hay una breve parábola en Mateo 13 que nos trae muy buenas noticias.
El reino del cielo es como un tesoro escondido que un hombre descubrió en un campo. En medio de su entusiasmo, lo escondió nuevamente y vendió todas sus posesiones a fin de juntar el dinero suficiente para comprar el campo. (Mateo 13:44).
Hazte una idea. Esta persona encuentra un tesoro en un campo que no es suyo. Reconoce que el tesoro es muy valioso. Comienza a pensar cómo puede comprar ese campo. No tiene mucho, pero con alegría (nóta esa palabra) vende todo lo que tiene para poder comprar ese campo.
Imagina lo que su esposa o sus amigos le habrán dicho. Estás vendiendo todo lo que tienes (tu casa, tu auto, tu computadora, tu ropa) ¿para qué? ¿Para comprar ese campo que está ahí afuera? ¿Por qué? ¿Qué hay ahí? ¡Estás loco! ¡Ese no es un buen negocio!
Él ignora sus burlas y compra el campo porque sabe que hay un tesoro allí. Un tesoro oculto a los ojos de los demás, pero que para él es muy claro. Y ese tesoro vale la pena renunciar a todo lo que posee, todo por lo que ha trabajado duro para conseguirlo, para obtener ese tesoro.
¿Por qué lo hizo? Porque encontró algo por lo que valía la pena perder todo lo demás. Así es vivir como si estuvieras muriendo: vivir para Jesús es más importante que cualquier otra cosa, y renuncias a todo lo que necesitas para vivir, por Jesús porque él es digno.