Podcast (podcast-spanish): Play in new window | Download (Duration: 3:13 — 7.4MB)
Te pido que consideres esta pregunta: si te estuvieran juzgando por ser cristiano, ¿habría pruebas para condenarte?
Evidencia en el amor
Hay una vieja canción que dice: “Sabrán que somos cristianos por nuestro amor”.
Jesús dijo: Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos» (Juan 13:34-35).
No hay margen de error aquí, ¿verdad? El amor es lo que debemos hacer. Me pregunto, y te pregunto a ti, si estuvieras en juicio, ¿podrías demostrar que eres cristiano por la forma en que amas a los demás? Jesús dijo que dos cosas eran importantes: dos principios: amar a Dios y amar a las personas. Y observa que Jesús dijo que este es un mandamiento nuevo: amarnos unos a otros. En otras palabras, no basta con guardar la ley y cumplir con todos los requisitos; tiene que surgir de un corazón lleno de amor.
Afortunadamente, el tipo de amor al que se refiere Jesús no es necesariamente un sentimiento. El amor es una acción, basada en la definición de amor que se da en 1 Corintios 13.
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue. (1 Corintios 13:4-8).
Ya sea que te guste o no la manera en que alguien se comporta o apruebes su estilo de vida, ya sea que su personalidad te convenga o no, puedes mostrarle amor a través de tus acciones.
Hemos visto tres pruebas claras que deberían convencernos de ser cristianos: las palabras que decimos, el estilo de vida que llevamos, el amor que mostramos. Para mí, el solo hecho de hacer esas preguntas es un ejercicio importante: me hace detenerme y pedirle a Dios que controle mi lengua y la forma en que paso mi tiempo, y me recuerde que debo mostrar el amor de Jesús a todas las personas en mi vida. Realmente quiero que quede claro que sigo a Jesucristo, y estoy segura de que tú también lo deseas.