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Presentado por Lauren Stibgen
Cuando piensas en tu trabajo como tu misión, tal vez esta cita de Bob Goff te resuene: “No es trabajo de misión, es solo martes”. Combinar a la perfección el trabajo y la misión puede ayudarte a despertar y decir “es solo martes”, como Tracy.
Tracy lidera la integración empresarial posterior a la fusión y adquisición para una empresa de fabricación y distribución de dispositivos médicos. Su trabajo es unir a las personas en una empresa unificada utilizando las mismas herramientas y tecnologías. Ella afirma: “La vida misional es traer su reino a la luz en este mundo, a través de actos y comportamientos cotidianos. Es comenzar mi día e incorporar la mentalidad de Dios a quien sea y lo que sea que haga para servirle a él, no a mi propio ego”. Tracy es verdaderamente una constructora. El libro de Nehemías tiene mucho significado para ella, ya que él es constructor, y su trabajo requiere construir o reconstruir en muchas facetas diferentes del negocio. El gozo del Señor es mi fortaleza, es un versículo que Tracy mantiene cerca mientras trabaja para construir la empresa y a otros cada día.
Hace unos años, Tracy no dependía de Dios para su trabajo. Cuando su orgullo se vio muy afectado, trabajando para un jefe que no creía en ella, se dio cuenta de cuánto necesitaba que Dios la ayudara en una situación que no podía resolver por sí sola. Comenzar cada día leyendo las Escrituras y orando ayudó a Tracy a cambiar su propia mentalidad sobre cómo pensaba sobre el trabajo en comparación con cómo se dio cuenta de que Dios quería que trabajara.
Desarrollar este hábito diario le llevó tiempo, pero no puede imaginar un día sin comenzar en su Palabra. Esto la mantiene firme y dirige su enfoque durante el día como líder.
Estar enfocada en la palabra de Dios ha ayudado a Tracy a incorporar sutilmente la sabiduría de Dios en su día a día. A menudo, usa su Palabra en el entrenamiento y el estímulo que brinda a su equipo y compañeros. Puede que no lo conozcan como un versículo específico, pero ella es capaz de transmitir a las personas la Palabra de Dios. ¡A veces, Tracy usa algo con un versículo bíblico para iniciar una conversación! Realmente es sutil, pero es su dedicación a estar en la Palabra lo que la ayuda a mantener esto constante en su liderazgo.
Cuando sus compañeros han pasado por serios desafíos profesionales y personales, Tracy comparte su fe. Ha sentido que reciben la Palabra y la sabiduría de Dios en algunas situaciones muy difíciles. Compartir su fe y las formas específicas en las que siente que Dios puede brindar consuelo, también la ha ayudado a desarrollar relaciones más profundas en el trabajo.
El año pasado, varios líderes masculinos de la empresa de Tracy tuvieron problemas médicos u otros problemas personales graves, que los afectaron a ellos o a sus familias. Ella se acercó a ellos para animarlos, se comunicó intencionalmente y les dijo que estaba orando por ellos. Lo aceptaron con mucha gratitud. Ella siente que Dios la ha posicionado para ser una animadora en el trabajo y disfruta de apoyarse en esta fortaleza que ella ve como un don de Dios. ¡Compartir a Dios en el trabajo puede ser sutil o más directo!