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¿Has compartido el amor de Dios en el trabajo últimamente? A veces parece que el lugar de trabajo es el último lugar donde podemos hablar de Dios o compartir nuestra fe. Pablo escribió a los cristianos de Corinto que eran
… una carta de Cristo… escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo, no en tablas de piedra sino en tablas de corazones humanos (2 Corintios 3:3).
Podemos ser la palabra del Dios vivo, una carta de amor de Jesús a las personas con las que trabajamos, cuando nos tomamos el tiempo para dejar que el amor de Dios brille a través de nosotros. Ya te he dado seis ideas sobre cómo hacerlo esta semana. Aquí están las 7 y 8.
- Sonríe
¿Eres consciente de que tu lenguaje corporal es más fuerte que las palabras que dices? Es cierto, y por eso podemos enviar mensajes de amor sin decir una palabra. Sonreír es sin duda una de las formas más fáciles y eficaces de hacerlo. Todos podemos sonreír; no cuesta nada; no lleva tiempo. Solo tienes que acordarte de hacerlo.
Proverbios nos recuerda que una mirada alegre trae alegría al corazón (Proverbios 15:30). ¿Por qué no nos esforzamos más por sonreír? No estoy abogando por sonrisas falsas y poco sinceras, sino que muchos de nosotros simplemente necesitamos esforzarnos por sonreír más. Sentimos sonrisas en el interior, pero no las mostramos en nuestros rostros. Ese es mi problema, lo sé, así que realmente trato de recordar sonreír más. Puede que hayas nacido con una sonrisa en el rostro, por lo que te resulta fácil. Pero algunos de nosotros necesitamos recordar sonreír, porque trae alegría al corazón y comparte un poco del amor de Dios con los demás.
- Haz el “trabajo sucio” de vez en cuando, aunque no sea tu trabajo.
Siempre hay cosas que se deben hacer en un entorno laboral que nadie quiere hacer. No están en la descripción del trabajo de nadie. Cosas como limpiar la cocina o preparar el café; limpiar después de una reunión u ordenar el área de trabajo en general. En lugares de trabajo más pequeños, puede ser sacar la basura o llevar el correo a la oficina de correos.
Si solo haces esas cosas de vez en cuando, sin que te lo pidan y sin quejarte, será una buena manera de mostrar una actitud amorosa y solidaria hacia las personas con las que trabajas y para las que trabajas.
Con demasiada frecuencia pensamos que la única manera de dar testimonio de Jesús es a través de las palabras que decimos: citando las Escrituras, dando nuestro testimonio o explicando las cuatro leyes espirituales. Y, francamente, no hay muchas oportunidades en un día determinado para hacer eso. Pero hay innumerables maneras de mostrar el amor de Dios a través de nuestras acciones y actitudes. Pero debemos ser intencionales al respecto.