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Presentado por Lauren Stibgen
¿Estás esperando algo? La espera se define como un período de pausa, intervalo o retraso. Un sustantivo. ¿Cuáles son algunas de las cosas que esperamos? Como mujeres trabajadoras, la complejidad de esta lista puede ir mucho más allá del trabajo diario. La espera puede ser profesional, pero también profundamente persona
En el trabajo quizás estés esperando un ascenso o un aumento o incluso un reconocimiento y recompensa por un trabajo bien hecho. Personalmente, es posible que estés esperando salud o sanación, hijos, amistad, matrimonio, amor, un nuevo hogar u otra provisión. ¿Estás esperando reunirte con alguien? ¿O una reconciliación? ¿Necesitas una disculpa o estás esperando para dar una? Esta lista no es exhaustiva.
Una de las formas en que me tranquilizo durante los momentos de espera es sabiendo que no estoy sola. Todos experimentamos tiempos de espera. A menudo la Biblia describe esta espera como un período en el desierto o en un valle. Estas palabras, desierto y valle, parecen grandes, profundas, tal vez oscuras, como si estuvieras perdiendo el rumbo. Puede llevarnos a hacer preguntas a Dios. Resuenan las palabras del Salmo 77:7-9 que escribe Asaf:
¿Me habrá rechazado para siempre el Señor? ¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo? ¿Se ha ido para siempre su amor inagotable? ¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre? ¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso? ¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión? (Salmo 77:7-9)
Este intervalo o retraso puede ser tan corto como horas o tan largo como años. En realidad, es cualquier cantidad de tiempo que exceda lo que consideramos razonable en nuestra propia mente. Es un período de tiempo en el que hemos pedido y no hemos recibido, buscado una respuesta y no la hemos encontrado, y hemos llamado a una puerta que aún no ha sido respondida como se nos dice que hagamos en Mateo 7:7-8.
Cuando pasa ese “tiempo aceptable”, comienzan nuestras preguntas.
La buena noticia es que hay otro lado de la espera del que hablaremos esta semana, porque esperar no es sólo un sustantivo.