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Presentado por Lisa Bishop

¿Qué irradias mientras esperas? Cuando te encuentras esperando que Dios venga, ¿cuál es tu actitud? Examinaremos cómo nos comportamos cuando contamos con que Dios vendrá.

No es fácil mantener una buena actitud en tiempos de espera. Podemos empezar a quejarnos, a sentirnos impacientes, malhumorados, enojados, celosos o incluso resentidos.

¿Cuál es tu comportamiento cuando tienes que esperar? No importa lo que estés esperando de Dios, es fácil tener una disposición negativa y el enemigo hará todo lo posible para desalentarte al alejarte de Dios y fijarte en lo que no tienes. 

Pero no podemos permitir que el diablo nos lleve a una espiral descendente de pensamientos o emociones negativas. Los sentimientos que vienen con la espera serán reales, pero cuando surjan, necesitamos llevarlos todos, a Dios. Habla con él y se honesto sobre tu frustración, tu preocupación, duda, miedo o resentimiento. Después de todo, él ya conoce nuestros corazones de todos modos.

La Escritura nos enseña a permanecer esperanzados en nuestros tiempos de espera. La esperanza, por definición, tiene la connotación de esperar. Es una expectativa de que algo suceda. Podemos poner nuestra esperanza en muchas cosas, pero como cristianos finalmente nuestra esperanza está en Cristo. Siempre podemos contar con que venga a su hora. 

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7). 

No dejes que tus sentimientos te engañen y te arrastren a un ciclo negativo. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero enfócate en la fidelidad de Dios para que puedas irradiar el fruto espiritual de paciencia, paz, gozo y fidelidad mientras esperas. 

Esperar es difícil, pero ¿no preferirías mirar hacia atrás en este tiempo sabiendo que no fuiste llevado a quejarte, sino que en cambio practicaste reinar en tus pensamientos y actitudes? Además, nuestras actitudes se filtran en la gente que nos rodea. Todos hemos estado rodeados de gente que parece que no puede regular sus emociones, cuando las cosas no salen como quieren. Esto no significa que no se te permita sentir momentos de impaciencia, decepción o consternación, pero como seguidor de Jesús, estamos llamados a tener fe mientras esperamos. Si te encuentras esperando que Dios se mueva en tu nombre, ¿cómo puedes enfocarte en dar un resplandor agradecido porque sabes que Dios es fiel mientras esperas? Puede que no sea fácil, pero valdrá la pena.