Play

Presentado por Lauren Stibgen

¿Te abruma la preocupación? Con el ajetreo que muchos de nosotros experimentamos al equilibrar el trabajo, la familia y otros compromisos, podemos ser propensos a la preocupación y la ansiedad. Una definición de preocupación es una incitación o ataque incesante que lo lleva a uno a la desesperación. Aprender más sobre lo que Dios dice sobre nuestra ansiedad puede ayudarnos a confiar más en su gracia cuando sentimos esa abrumadora sensación de preocupación. Las preocupaciones comunes en el trabajo incluyen las siguientes:

  1. Incumplir una fecha límite.
  2. Preocuparse por que no le agrades a un colega.
  3. Sentir el síndrome del impostor: no sabes realmente lo que estás haciendo.
  4. Sonar “estúpido” en una reunión por hablar.
  5. Cometer un error.

El 25% de las personas dice que el trabajo es el factor estresante número uno en su vida. Estas preocupaciones pueden verse agravadas por cuestiones fuera del trabajo, como la crianza de los hijos, la salud, el matrimonio o problemas financieros.

Si bien Dios nos llama a trabajar con excelencia, trabajando con todo nuestro corazón como para el Señor y no para amos humanos (Colosenses 3:23), también nos advierte sobre la preocupación. Y nos llama a no perderlo de vista.

El dinero de desempleo se estaba acabando y Sue todavía no había encontrado un nuevo trabajo. Su esposo también estaba sin trabajo. Las facturas no paraban y la ansiedad aumentaba.

Una evaluación de desempeño sorprendente: todos los objetivos que Amy se había fijado con su jefe se cumplieron y superaron. A mitad de año estaba cumpliendo con las expectativas. Ahora, a finales de año, de repente se dio cuenta de que necesitaba mejorar. La confusión y la preocupación crecieron.

¿Qué tienen estas mujeres en común? El trabajo generó preocupación, que se vio agravada por otros problemas. También tenían algo más en común: la creencia en la gracia salvadora de Jesucristo. Si bien esto no les quitó la preocupación, su fe les proporcionó un medio de gracia durante sus pruebas.

En Mateo 6, Jesús nos dice que no estemos ansiosos por nuestra vida, recordándonos que estar ansiosos no agregará ni una sola hora a nuestra vida. Además, nos llama a mirar cómo Dios provee en la naturaleza para recordarnos que Dios nos ama y nos da mucho más que a los pájaros o la hierba del campo. Primero debemos buscar su reino y todas estas cosas (comida, vestido, nuestro cuerpo) nos serán añadidas.

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús (Filipenses 4:6-7).

Estas mujeres estaban en oración y en comunidad con otras mujeres que las animaban. Estaban experimentando la gracia de Dios a través de otras personas que se inquietaban por sus preocupaciones y les brindaban consuelo.

¿Necesitas experimentar la gracia de Dios en tu ansiedad? Te animo a que busques al Señor en oración y encuentres una comunidad que ore por ti y te anime.