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¿Te sientes desanimado hoy? Nuestra amiga Fran está pasando por momentos desalentadores. Ayer Jesús le mostró cómo ofrecer un sacrificio de alabanza, alabar a Dios con la boca, aunque no tuviera ganas, la ayudaría a vencer el desánimo. Cuando empezó a hacer eso, le ayudó.

¿Tienes que vivir o trabajar con personas que te desalientan? Si estás rodeado de muchas personas que te desaniman, ellos realmente pueden lograrlo. Esta es una lección reveladora que Fran tiene que aprender.

Hoy ella está trabajando duro tratando de ponerse al día. Los últimos días, mientras luchaba contra el desánimo, realmente no estaba motivada para trabajar muy duro, así que ahora está pagando el precio. Pero nota que el trabajo duro la ayuda a olvidar el desánimo.

En medio de su ajetreado día, otro compañero de trabajo la interrumpe. “Oye, Fran”, dice Bill, “¿escuchaste el último rumor? La compañía está a la venta y probablemente seremos absorbidos por algún holding gigante que sacará ir a la mitad de la gente” 

“Oh, Bill, siempre lanzas rumores que no son ciertos y molestas a todos”, dice Fran, tratando de descartarlo. Pero Bill no se deja desestimar fácilmente. “Tenía razón sobre los despidos del año pasado, ¿verdad?” Fran tiene que admitir que acertó en eso. “Y en esto también tengo razón, Fran. Créeme, tengo buenas fuentes”.

Y Bill sigue y sigue hablando de todos los horrores que les esperan, debido a esta posible compra. Cuanto más habla, más desanimada se siente Fran. Cuando él se va, ella está lista para darse por vencida nuevamente.

“Tengo que aprender a ignorar a Bill”, se dice a sí misma. “Es una persona muy desalentadora que nunca tiene nada positivo que decir”.

Nuevamente, Fran habla consigo misma: “No puedes permitir que la gente que te desalienta te deprima. Recuerda cuando Jairo le pidió a Jesús que viniera a sanar a su hija, y sus amigos se encontraron con ellos a medio camino para decirles que no ya importaba, que ella ya estaba muerta”. “Jesús le dijo a Jairo que ignorara lo que decían y simplemente creyera. Entonces, hay momentos en los que debes aprender a ignorar a las personas desalentadoras que te dicen que todo está mal”, se recuerda Fran. Esto fue algo de lo que hablaron recientemente en su grupo de estudio bíblico, y el Espíritu de Dios se lo trajo a la mente hace un momento.

¿Hay algunas personas desalentadoras a tu alrededor? Evítalas; ignóralas; desconéctalas. Ciertamente, nunca debemos comportarnos de manera grosera, pero debemos proteger nuestra mente del desánimo que otros podrían amontonar sobre nosotros. Ése es un paso importante para vencer el desánimo.