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Presentado por Lisa Bishop
¿Cómo estás invirtiendo tu tiempo?
Hay tantas cosas que claman por tu tiempo y atención en estos días y la pregunta que debes hacerte es la siguiente: “¿Estoy invirtiendo mi tiempo en producir un retorno rentable?”
Si tuvieras que hacer una evaluación de la semana pasada o incluso de las últimas 24 a 48 horas, ¿cómo has pasado esos preciosos momentos?
Estuve en una escapada de fin de semana de chicas no hace mucho y estábamos confesando el tiempo que pasamos en las redes sociales. Los 20 minutos previstos pueden convertirse fácilmente en dos horas sin sentido, con muy poco retorno. Y me atrevo a decir que, en lugar de realizar depósitos fructíferos, gran parte de nuestro consumo de medios en realidad realiza retiros significativos; mental, emocional y espiritualmente. La realidad es que cada minuto de cada día que pasa desaparece irremediablemente. Y ya sea que estés perdiendo el tiempo en videos cortos de Instagram o preocupándote por el futuro, es tiempo que no puedes recuperar. Por eso el tiempo es el bien más valioso de todos, incluso más preciado que el dinero. ¿Dónde estás invirtiendo tu tiempo te genera un alto rendimiento?
Dios promete un gran retorno cuando estudias sus caminos y sus pensamientos e inviertes tiempo en su Palabra.
En Isaías 55:8-11 leemos,
«Porque mis pensamientos no son los de ustedes ni sus caminos son los míos», afirma el Señor. «Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos”.
Es imposible dedicar tiempo a leer la Biblia y no beneficiarse. La Palabra de Dios es viva y eficaz (Hebreos 4:12) y te nutrirá, te hará crecer, hará que tu vida florezca y sea fructífera.
Entonces, dondequiera que estés en la vida y cualesquiera sean los desafíos que enfrentes, Dios promete que el tiempo que inviertas en sumergirte en su Palabra valdrá la pena.