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Para aquellos que no están familiarizados con las historias de Fran y Jesús en el trabajo, ésta es una historia de Fran quien es una joven viuda con dos hijos en edad escolar, que trabaja en una organización de marketing. Hemos estado siguiendo su historia desde que volvió a trabajar tras la prematura muerte de su marido, y han pasado varios años. Ahora tiene una relación con un hombre llamado Barry, que es un cristiano firme, y su romance ha traído un punto brillante a la vida de Fran, ¡además de algunas luchas y conflictos!

Ella y Barry trabajan juntos y ambos son representantes de cuentas con buenos antecedentes y éxito. Su arduo trabajo y honestidad han dado sus frutos, y su jefe y compañeros de trabajo los tienen en alta estima. Este viernes por la mañana, Fran está muy emocionada por Barry, porque espera que le concedan una nueva cuenta nacional importante. Es la persona adecuada para esa cuenta y su jefe, Marilyn, indicó que ella lo recomendó. La decisión final se tomará hoy, por lo que a Fran le ha resultado difícil mantenerse concentrada.

El teléfono suena justo a la hora del almuerzo y es su amiga y compañera creyente, Louise. “Hola, Fran”, dice Louise, “sólo quería decirte cuánto lo siento por Barry”.

“¿Qué quieres decir, Luisa?” Fran pregunta con un nudo en la garganta.

“¡Oh, no, no te has enterado! Oh, lo siento. Barry no obtuvo la nueva cuenta; fue para Lloyd”.

“¿Lloyd? ¿Por qué Lloyd?” Fran pregunta desconcertada. “Lloyd no está tan calificado como Barry, y Marilyn le dijo a Barry…”

“Lo sé, lo sé”, dice Louise, “nadie sabe por qué Lloyd lo recibió en lugar de Barry. Me siento muy mal por Barry”.

“Gracias por hacérmelo saber, Louise”, dice Fran. “Necesito encontrar a Barry. Hablaremos más tarde”.

Cuelga y llama a Barry; sin respuesta. Su oficina está en el siguiente piso, pero ella no puede quedarse quieta y esperar más. Así que se dirige a su oficina y toma el atajo que sube por las escaleras. Mientras ella sube, Barry baja.

“Oh, Barry”, dice Fran, “me dirigía a tu oficina. Louise me acaba de decir…”.

“Sí, ¿puedes creerlo?” Él la mira con una leve sonrisa: “Marilyn me dijo que Lloyd fue seleccionado por su ‘experiencia en atender grandes cuentas nacionales'”.

“¿Qué quiso decir?” pregunta Fran.

“Oh, creo que está claro: alguien decidió que yo no estaría dispuesto a cenar y beber con este cliente como esperaban”, responde Barry.

“¿Quieres decir porque eres cristiano y saben que no te diviertes como lo hacen algunos de los otros representantes?” Fran dice. “Barry, eso es discriminación. ¿No protestaste ante Marilyn?”

“Mira, ella se siente tan mal como yo”, dice Barry, “y es una creyente bastante nueva, así que no voy a molestarla, Fran”.

“¿Quieres decir que no vas a luchar contra esto, Barry?” Fran no puede creer lo que oye.

“No, oré por eso y tengo que confiar en Dios y dejarlo pasar”, le dice Barry.

Vaya, ¿estarías dispuesto a hacer eso? ¿No debería Barry luchar por lo que es suyo?