Play

¿Qué tan bien conoces a Dios? Conocer a Dios no sucede simplemente. No inhalas automáticamente ese conocimiento porque naciste en un hogar cristiano o vas a la iglesia con regularidad. Conocer a Dios es el resultado de buscarlo y dedicarse a conocerlo cada vez más. Muchos cristianos nunca superan su miedo a confiar en Dios. Pasan por la vida sin querer ceder a él el control de sus vidas, porque no están muy seguros de que él sea digno de confianza.

Solo superamos ese miedo conociendo a Dios porque confías en quién conoces. Y no llegas a conocer a Dios por accidente. Sucede a propósito. Debes proponerte conocerlo.

Hemos visto informes de pruebas realizadas a estudiantes de último año de secundaria que muestran que su conocimiento de hechos básicos es extremadamente pobre. Me pregunto qué clase de calificaciones tendrían los cristianos si fueran probados en su conocimiento de Dios. ¿Pasas más tiempo conociendo programas de televisión o personalidades que conociendo a Dios? ¿Podrías decirme más acerca de tus equipos deportivos locales de lo que puedes decir acerca de Dios?

Llegar a conocer a Dios toma tiempo y requiere un plan. ¿Estás realmente ansioso por conocerlo? Jesús dijo: “Esta es la vida eterna: que conozcan a Dios” (Juan 17:3). Todo depende de tu conocimiento de Dios.

Si realmente quieres conocerlo, te insto a que hagas un plan estructurado que te introduzca en su Palabra diariamente y que te lleve a una vida de oración, alabanza e intercesión. Llegas a conocer a alguien pasando tiempo con esa persona y requerirá un compromiso de tu parte. Si sientes que no sabes cómo empezar, he escrito un estudio bíblico titulado “Una guía para conocer a Dios”. Te da algunas sugerencias prácticas sobre cómo hacerlo.

Pero lo importante es que busques a Dios. Ve tras él. Solo ir a la iglesia los domingos no es suficiente, no importa cuán buena sea tu iglesia. Debes tener hambre personalmente de conocerlo y perseguirlo, como un ciervo jadea tras el agua.

Cuando lo hagas, te prometo esto: comenzarás a confiar en él, y confiarás en él cada vez más. Porque conocer verdaderamente a Dios es confiar en él. Y una vez que comiences a darle los controles de tu vida, todo caerá en el lugar que le corresponde. Encontrarás las respuestas que has estado buscando. El temor de confiar en Dios se desvanecerá.