Play

Ponte en esta situación: Estás en el trabajo y un compañero quiere hablar sobre un problema personal. Quieres escuchar y mostrar compasión, pero la conversación se da en horas laborales y empieza a hacerse larga. Tienes trabajo que hacer y, sin embargo, no quieres ser cruel o indiferente con este amigo que está sufriendo. ¿Entonces qué haces? A veces nos enfrentamos a conflictos de prioridad en los que parece que hacer algo correcto nos llevará a hacer algo incorrecto.

Un oyente me escribió sobre su dilema particular. Es un capataz con varios hombres trabajando para él. Citándolo, “En mi posición, a menudo me resulta difícil lograr un equilibrio entre ser lo suficientemente firme con mis hombres para guiarlos y ser un servidor para ellos; también para servir a otros en la compañía (como los incrédulos) sin comprometer el uso de mi tiempo y/o recursos. Quiero ser un servidor, pero también debo hacer el trabajo. Deseo ser un ejemplo de semejanza a Cristo, pero las cosas que a menudo siento que debo hacer en situaciones parecen duras.”

A menudo, nuestros deberes y responsabilidades parecen estar en oposición a lo que nos gustaría hacer y pensamos que deberíamos hacer como cristianos. ¿Cómo lidiamos con estas prioridades conflictivas?

Bueno, no pretendo tener todas las respuestas aquí. Es una buena idea ser cauteloso cuando alguien se apresure a darte respuestas rápidas. ¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios nos permite enfrentar lo que parecen ser prioridades en conflicto?

Creo que es porque estas son las cosas que nos mantienen de rodillas, volviendo a Dios una y otra vez con cada situación particular, pidiendo guía. Estos son los predicamentos que nos recuerdan cuán débiles e indefensos somos por nosotros mismos. Creo que fácilmente podría volverme muy arrogante y segura de mí misma si pensara que supiera exactamente lo que debo hacer en cada punto de decisión de mi vida. Pero muy a menudo me desespero con lo que parece una decisión imposible, y eso me lleva justo donde debo estar, rogándole a Dios que me guíe y me ayude.

Entonces, podemos ver cómo Dios usa prioridades y decisiones conflictivas para bien. Me gustaría compartir con ustedes algunos pensamientos que pueden ayudar a elegir entre prioridades conflictivas.