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Siempre me gustó sacar buenas notas en la escuela. Supongo que a todo el mundo le gusta, ¿verdad? Pero mi calificación dependía de cuán preparada estaba para los exámenes. ¿Sabías que, como creyentes en Jesucristo, habrá un examen final para nosotros? Se llama el Tribunal de Cristo, donde los creyentes serán calificados, por así decirlo, según lo bien que hayamos representado a Jesús mientras estuvimos en la tierra, y se otorgarán recompensas a aquellos que estén preparados.

Estoy viendo lo que la Biblia nos dice que será en el examen y lo que podemos hacer para escuchar a Jesús decir: “Bien hecho, mi buen siervo fiel”. Aquí hay algunas cosas más que estarán en ese examen final:

¿Qué hiciste por las personas que no pudieron pagarte? ¿Fuiste generoso por las razones correctas?

Lucas 14:12 – 14: También dijo Jesús al que lo había invitado: —Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos, a su vez, te inviten y así seas recompensado. Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos. Entonces serás dichoso, pues, aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos.”.

Si lo hiciste por los demás sin un quid pro quo, sin esperar nada a cambio, obtendrás una buena calificación en ese examen final.

¿Trabajaste para la gente y el dinero, o trabajaste para el Señor?

Colosenses 3:22 – 24: Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales, no solo cuando ellos los estén mirando, como si ustedes quisieran ganarse el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto al Señor. Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.

Eso significa que lo que haces todos los días en tu trabajo, ya sea en tu casa o de otro modo, ya sea que recibas un salario por ello o no, serás recompensado por el Señor en el examen final, por trabajar para él, haciendo todo lo que tienes que hacer con excelencia y alegría, porque estás sirviendo a Cristo Señor.