Play

A todos nos falta algo, ¿no? Lo que he llegado a aprender, y sigo aprendiendo, es que en lugar de ser controlada por las piezas que faltan, puedo estar agradecida por ellas. Hago hincapié en que estoy aprendiendo este principio, de estar agradecida por las piezas que faltan. Pero a medida que comencé a comprender esta verdad, encontré tanta libertad y satisfacción.

Me gustaría compartir un poema con ustedes, que realmente me ayudó a comenzar este camino de estar agradecida por las piezas que faltan. Lo leí por primera vez hace varios años, y lo releo con bastante frecuencia. El poema usa palabras pasadas de moda, pero la verdad sigue siendo muy relevante:

Una cosa es fácil, oh poder divino,

¡Agradecerte por estos dones tuyos!

Por el sol del verano, la nieve del invierno,

Por los corazones que se encienden, pensamientos que brillan;

Pero ¿cuándo alcanzaré esto?

¿Agradecerte por las cosas que echo de menos?

 

Por todos los destellos tempranos de la fantasía joven, 

Las alegrías soñadas que aún son sueños, 

Esperanzas incumplidas, y placeres conocidos 

A través de la fortuna de otros, no la mía, 

Y bendiciones vistas que no se han dado, 

Y nunca se darán – de este lado del cielo.

 

Si yo también hubiera compartido las alegrías que veo,

¿Habría habido un cielo para mí?

¿Podría haber sentido tu presencia cerca?

¿Hubiera poseído lo que amaba?

Mi más profunda fortuna, la más alta dicha,

Han crecido, tal vez, por las cosas que echo de menos.

 

A veces llega una hora de calma;

El dolor se convierte en bendición, el dolor en bálsamo;

Un poder obra por encima de mi voluntad

Todavía me lleva adelante, todavía hacia arriba;

Y entonces mi corazón llega a esto:

A agradecerte por las cosas echo de menos.

-Thomas Wentworth Higginson

Cuando leí este poema por primera vez, comencé a preguntarme: “¿Dónde estarías hoy si tuvieras todo lo que deseas, si no faltaran piezas en tu vida?” Y fue como si Dios descorriera una cortina para dejarme ver cómo tener todo lo que quería, podría haber sido desastroso para mí.

¿Alguna vez pensaste sobre eso? Sin algunas de esas piezas que faltan en tu vida, ¿dónde crees que estarías? ¿No es cierto que a menudo las piezas que faltan son las cosas que nos llevan a una relación cercana y de confianza con nuestro Padre Celestial?