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A medida que enfrentamos el desafío de tratar de mantener nuestras vidas en un estado bíblicamente equilibrado, debemos asegurarnos de que estamos haciendo los depósitos correctos en nuestras vidas y luego de que no estamos desperdiciando nuestra fuerza y ​​energía haciendo retiros tontos.

¿Qué hay en tu vida que agota tus fuerzas innecesariamente? Si pudieras aprender a tapar las fugas de energía en tu vida, entonces te quedaría suficiente para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer.

  1.  Aquí hay cinco formas en las que puedes estar agotando tu fuerza innecesariamente.Tu fuerza se desperdicia cuando tratas de hacer más de lo que puedes hacer.Dios no nos ha llamado a ser todo para todos. ¿Tienes demasiados hierros en el fuego? Tal vez te cueste decir “No”. Sea lo que sea, lo que hace que te comprometas demasiado, necesitas tener esta área bajo control. Aprende a decir no.” No, no es una grosería. No dejes que la falsa culpa te lleve a decir que sí cuando deberías decir que no.
  2. Tu fuerza se desperdicia cuando tienes demasiadas cosas. ¿Sabías que cuanto más tienes, más energía te quita? Puedes ahorrar mucha energía simplemente no acumulando tantas cosas. Ahora puede que no tengas que deshacerte de las cosas, sino simplemente cambiar tu actitud hacia ellas. Pero échale un vistazo: ¿Estás gastando mucha energía en cosas?
  3. Tu fuerza se desperdicia cuando te permites ser negativo. Cada vez que te enredas en pensamientos y palabras negativas, estás desperdiciando energía valiosa y agregando mucho estrés a tu vida. ¡Debemos regocijarnos en el Señor siempre, y eso significa permanecer fuera del territorio negativo!
  4. Tu fuerza se desperdicia cuando tratas de controlar lo incontrolable. Aprende a soltar aquello sobre lo que no tienes control. ¡A menudo me sorprende cuánto tiempo y energía pierdo en lo que no puedo controlar!
  5. Tu fuerza se agota cuando tu vida no es disciplinada.

Proverbios dice que morimos por falta de disciplina, y creo que muchos de nosotros estamos sin energía porque rechazamos la disciplina necesaria en nuestras vidas. Eso significa hacer cosas que no quieres hacer; significa forzarte a establecer buenos hábitos y horarios y apegarte a ellos. Significa negarte a tí mismo algunas cosas que realmente deseas.

La disciplina nunca es muy divertida, pero trae frutos maravillosos. Y uno de esos beneficios es que nos proporciona energía para hacer cosas importantes.