¿Cómo podemos encontrar y mantener un estilo de vida bíblicamente equilibrado de verdad? Como seguidores de Cristo, nuestro desafío es alinear nuestras prioridades con las prioridades de Dios. Por ejemplo, sabemos por las Escrituras que estas cosas son siempre una alta prioridad bíblica:

  • Llegar a conocer a Dios
  • Tu matrimonio – tu pareja
  • Tus niños
  • Las relaciones familiares
  • Usar nuestros dones en el cuerpo de Cristo para el bien de los demás

Si eres seguidor de Jesucristo, estas deben ser las prioridades de nuestra vida. Cuando permites que cualquier cosa usurpe estas responsabilidades, entonces tu vida está desequilibrada. La mía fue así durante bastantes años cuando, al ascender en la escalera corporativa, antepuse mi carrera a mi responsabilidad como madre y acepté un trabajo que requería viajar demasiado.

Hablemos de Presupuesto cero

El presupuesto cero es una política fiscal que se refiere a iniciar el cálculo de presupuesto cada año en cero. Por ejemplo, el hecho de que tuvieras un presupuesto el año pasado para viajar no significa que lo tendrás este año nuevamente. Tienes que demostrar que necesitas ese viaje antes de que sea aprobado.

¿No sería bueno para ti sentarte con el Señor para una sesión de presupuesto cero, sin una agenda planificada previamente, sin suposiciones, y ver qué pasa y qué permanece en sus planes para ti? Jesús pudo decir al final de su breve ministerio: “He terminado la obra que me diste que hiciera”. Eso es porque su agenda siempre fue la agenda del Padre. Una y otra vez dijo: “Hago lo que el Padre me dice que haga”.

El presupuesto cero puede llevarte a algunos cambios radicales, o puede confirmar que te quedarás donde estás, haciendo lo que estás haciendo. Pero una vez que le das permiso a Dios para establecer la agenda, entonces tienes una paz y una libertad tremendas y puedes decir con Jesús: “Estoy haciendo lo que me diste que hiciera, Padre”.

Puede ser que este proceso de presupuesto cero llegue más tarde en la vida después de que ya hayas hecho lo tuyo y hayas hecho algunos líos y te veas obligado a vivir con esas consecuencias. Dios entiende eso. No tienes que vivir en perpetuo arrepentimiento si ese es el caso. Dios es magistral al llevarnos justo de donde estamos a donde él quiere que estemos.

No hay nadie que no se haya equivocado en algún momento. Pero no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, y si ahora estás en un lugar donde puedes decir con verdad que todo lo que quieres es saber y hacer la voluntad de Dios para tu vida y pasar el resto de tus días haciendo las buenas obras que Dios quiere que hagas, entonces estás en un buen lugar. Estás listo para seguir adelante y pasar a ese estilo de vida bíblicamente equilibrado que él desea para cada uno de sus hijos.