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¿Has descubierto que la confianza en uno mismo es muy poco fiable? Justo cuando crees que lo tienes bajo control, se te cae a pedazos. Justo cuando más la necesitas, la confianza en ti mismo parece hacerse añicos. Esa ha sido mi experiencia.

Pasé diez años construyendo mi vida sobre la confianza en mí misma y mis propios logros. Podría enumerar los éxitos que tuve en el mundo de los negocios durante esos diez años, y podrías pensar que lo hice bastante bien. Tenía confianza en mí misma, pero se me venía abajo todo el tiempo.

Doy gracias a Dios que mi confianza en mí misma se hizo añicos hace muchos años porque finalmente me volví a mi Salvador y le dije: “Simplemente ya no puedo más. Soy un fracaso, no puedo hacer frente, soy un Yo-yo emocional, solo soy un desastre”. A pesar de los éxitos que había acumulado en el mundo de los negocios, estaba al final de mi confianza en mí misma.

Una vez que esa confianza en mí misma se hizo añicos, me volví a Dios. Y luego comenzó la confianza en Dios y cada día es otra oportunidad para crecer en mi confianza en Dios y operar ahora en su poder en lugar del mío. Pero comenzó cuando mi propia confianza en mí misma se hizo añicos.

Pablo escribió a los filipenses: ” Pues los que adoramos por medio del Espíritu de Dios somos los verdaderos circuncisos. Confiamos en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No depositamos ninguna confianza en esfuerzos humanos ” (Filipenses 3:3). Él les estaba recordando a sus hermanos y hermanas judíos que los rituales y las señales externas no son la evidencia de nuestra relación con Dios, sino que estamos real y correctamente relacionados con Dios cuando somos controlados por el Espíritu, cuando encontramos nuestro gozo en Jesucristo y cuando no tenemos confianza en nosotros mismos.

Me pregunto, ¿has estado en una búsqueda equivocada de confianza en ti mismo? Aunque conoces a Dios a través de Jesucristo, ¿has estado dirigiendo tu vida según los principios del mundo, como yo lo hice durante tanto tiempo? Pablo escribió a los gálatas: ” Antes de conocer a Dios, ustedes, los gentiles, eran esclavos de los llamados dioses, que ni siquiera existen. Así que ahora que conocen a Dios (o mejor dicho, ahora que Dios los conoce a ustedes), ¿por qué quieren retroceder y convertirse otra vez en esclavos de los débiles e inútiles principios espirituales de este mundo? (Gálatas 4:8-9).

La confianza en uno mismo puede ser un principio esclavizante. En cambio, necesitamos confianza en Dios, y mañana hablaré sobre cómo ganar confianza en Dios.