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Todos decimos que los tenemos, pero nunca nos tomamos el tiempo para considerar cuáles son, y esos son nuestros valores fundamentales. Trabajo como psicóloga clínica, y esto es algo que les pregunto con frecuencia a mis clientes: ¿Cuáles son sus valores?
Todos mis clientes dirían que tienen valores, pero nombrar realmente cuáles son, los hace detenerse y reflexionar. Y creo que es increíblemente importante para nosotros saber en nuestro corazón y en nuestro núcleo, cuáles son nuestros valores más importantes.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? Lo primero en lo que debes pensar es ¿quiénes son todas las personas importantes en tu vida? ¿Quiénes son todas esas personas que han tenido influencia sobre ti? Tal vez sea un padre, un abuelo o un exjefe, tal vez sea alguien muy conocido en el mundo cristiano. Tal vez sea alguien a quien hayas visto en los medios. ¿Por qué esa persona es importante para ti? ¿Cuáles son las cosas que representan con las que realmente estás de acuerdo?
Luego es pensar en los recuerdos de tu vida: esos eventos, esas vacaciones, esas reuniones familiares que realmente representan cosas que causan recuerdos saludables y positivos en tu vida. Luego, lo tercero son los objetos. Todos tenemos objetos; para mí, mi Biblia es realmente importante. Y seré honesta, mi Smart phone es realmente importante para mí. Todos tenemos objetos en nuestra vida que representan algo de valor.
Así que entonces tenemos personas, recuerdos y objetos. Y lo último son los lugares. ¿Cuáles son algunos de los lugares de tu vida? Ya sea que se trate de la casa de tu infancia, o de estar frente al lago o en las montañas, ¿cuáles son esos lugares que realmente representan algo importante para ti? Luego da un paso atrás y considera cuáles son los temas que traspasan estos valores que realmente sugieren por qué son importantes para ti. Tómate tu tiempo en esto. Como dice Hebreos (10: 24-25), es importante que nos reunamos para exhortarnos unos a otros. Busca tu comunidad. Solicita sus opiniones. Y una vez que los hayas reducido, realmente creo que los cinco valores fundamentales son los más importantes. Te daré los míos: Jesús, relación, sabiduría, autenticidad y propósito. Esos son mis cinco valores fundamentales. Una vez que hayas reducido los tuyos a cinco, no más de siete, comienzas a darte cuenta de cómo afectan tus decisiones diarias.
Pienso en los valores como los obstáculos o las barreras en el camino que nos mantienen en nuestra carretera de dos carriles para ir de una dirección a la siguiente y realmente vivir el propósito al que Dios nos ha llamado. La próxima vez que te enfrentes a una decisión, grande o pequeña, considera tus valores como el filtro a través de los cuales deseas guiar la dirección en la que vas.