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¿Eres introvertido? Si es así, ¿has sentido que eso es una desventaja para ti?
Voy a compartir una conversación reciente con una introvertida, una buena amiga mía, Afton Rorvik. Le pedí que ofreciera algo de aliento para otros introvertidos. Ella va a cubrir esto en un taller en nuestro próximo 32o escape anual de fin de semana, del 17 al 19 de abril de 2020, y quería que ella te diera algunas pildoritas de esa sesión.
Le pregunté cómo había llegado a comprender y apreciar su introversión.
Afton: Ha sido un viaje para mí, conocer que soy tan introvertida, y supongo que debería definirlo antes de adentrarnos en el tema. Un introvertido es alguien energizado por el silencio. Eso significa que el silencio actúa para mí como gasolina para un automóvil. Cuando estoy agotada, eso es lo que necesito. Y un extrovertido es alguien energizado por la gente. En la forma introvertida típica, he leído y aprendido mucho, eso es lo que hacen los introvertidos, y ha sido un viaje realmente bueno en los últimos años. Estoy aprendiendo que Dios no se equivocó cuando me hizo introvertida. No tengo que ser como mis amigos extrovertidos. Puedo ser quien Dios me creó para ser.
La verdad con la que más luché fue que Dios me creó para ser una persona tranquila, pero también me creó para conectarme con otras personas. Como cristiana, no puedo meterme en mi sótano, poner una manta sobre mi cabeza y decir: “Vete, soy introvertida“. Dios quiere que lo logre y me conecte. Entonces, al darme cuenta de que soy introvertida, puedo conectarme con las personas, de diferentes maneras como una introvertida, pero de buenas maneras.
El viaje de Afton no es diferente a muchos de nosotros: ¡llegamos al lugar donde aprecias la creatividad de Dios en ti y reconoces que es bueno! Me llevó demasiados años comprender que la creatividad de Dios en mí era buena. Eso no es orgullo; eso le está dando gloria a Dios por su trabajo. Lee ese versículo, Efesios 2:10, repítelo a diario: tienes todo lo que necesitas en Jesús. Él va a satisfacer tus necesidades.
