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¿Hay un área de tu vida que quieras cambiar? Tal vez sea una relación que sigue cayendo en patrones poco saludables, o tal vez algo con tu trabajo, tus finanzas, tu salud y tu bienestar físico. A menudo queremos que las cosas cambien, pero si somos honestos, no queremos hacer el trabajo duro con el tiempo, que requiere la transformación. Queremos el resultado pero no queremos la disciplina. En un mundo de soluciones instantáneas y rápidas, nos hemos acostumbrado a tener cosas con solo presionar un botón. Pero transformar áreas de nuestras vidas requiere más que una solución rápida. Piénsalo, cuántas veces has comenzado una nueva dieta…. Estó duró uno o dos días y te preguntas…. ¿Por qué no he perdido 10 libras y no bajé 2 tallas de pantalón? Suena ridículo cuando lo digo en voz alta, pero ¿cuántos de nosotros hemos pensado eso? ¿O quiero que mis finanzas se transformen para no estar endeudado pero mantenemos el dedo en el gatillo en el botón de Amazon Prime?

Los resultados que estamos logrando ahora, en nuestra vida, relaciones, salud física, finanzas, etc., son el resultado de los hábitos que hemos creado a lo largo del tiempo. Tal vez decimos que queremos una relación amorosa y próspera con nuestro cónyuge, pero tenemos la costumbre de criticarlos. Quizás queremos que nos elijan para un ascenso en el trabajo pero tenemos la costumbre de llegar tarde a las reuniones y no cumplir con los plazos. Si queremos transformar un área de nuestra vida, necesitamos examinar los hábitos que han producido el resultado que tenemos actualmente. Y ser brutalmente honestos con nosotros mismos.

Nuestros hábitos determinan nuestros resultados y crear resultados diferentes requiere disciplina. Así que elige un área de tu vida que estés comprometido a transformar. Anota los hábitos que han producido los resultados que tienes actualmente. Ahora, escribe los hábitos que, cuando se practican de manera constante a lo largo del tiempo, producirán los resultados que dice que deseas. Y aquí tienes una clave. Aclara POR QUÉ estás comprometido con la transformación. Cuando tiene una visión, un POR QUÉ, es más probable que cumplas con tu compromiso y la disciplina requerida.

En 1 Corintios 9:27, el apóstol Pablo habla de disciplina. Él dice: “Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer”. Su por qué: la razón por la que está comprometido con esta disciplina es para que pueda ser un testigo creíble de Jesús. Necesitamos una visión convincente que nos mantenga en el camino correcto.

La transformación requiere compromiso, acción, seguimiento y perseverancia. Elije el dolor de la disciplina sobre el dolor del arrepentimiento. Abraza lo incómodo. Perfecciona el arte de recuperarte si te sales del camino. Aplica disciplina a lo largo del tiempo resultará en una transformación.