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Este pasaje de Proverbios 8 da algunos buenos consejos sobre cómo tomar decisiones:

Proverbios 8:10 – 11

En vez de plata y oro fino, adquieran instrucción y conocimiento.»  Vale más sabiduría que piedras preciosas; ¡ni lo más deseable se le puede comparar!.

Elegir la instrucción de la sabiduría sobre las riquezas es tanto bíblico como inteligente. Según este proverbio, nada de lo que desees puede compararse con adquirir sabiduría. ¿Estás enfocado y estas siendo intencional en aprender a ser sabio? ¿Y cómo eliges la instrucción de la sabiduría?

Bueno, otro proverbio dice: “Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder.” (Proverbios 13:20). Entonces, eliges asociarte estrechamente con personas sabias; tienes cuidado de a quién permites que te influya, a quién escuchas. Como seguidores de Cristo, no nos aislamos del mundo, pero es extremadamente importante con quién “caminamos”, asegurándonos de que nuestros instructores sean bíblicamente sabios.

Otro proverbio dice: “¡Pues el Señor concede sabiduría! De su boca provienen el saber y el entendimiento.” (Proverbios 2:6). Y, por supuesto, la sabiduría de Dios, las palabras de su boca, nos son dadas en las Escrituras y a través de la oración. De hecho, Santiago escribe: “Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla.” (Santiago 1:5).

¿Alguna vez te has tomado esa promesa en serio? Recuerdo hace algunos años cuando tuve que tomar una decisión bastante rápida sobre un asunto importante, y luego recuerdo haber pensado, Wow, no puedo creer que haya tomado una decisión tan buena. Luego, el Espíritu Santo me recordó en voz baja que había estado orando constantemente por sabiduría y que Dios contestó mis oraciones. El Señor me dio sabiduría, y me la sigue dando cuando intencionalmente la busco en su palabra y oro por ella.

Ser sabio es una elección que haces. Requiere algo de disciplina y esfuerzo, pero es una de las disciplinas más inteligentes que jamás incorporarás a tu vida. Elegir la sabiduría te evita mucho arrepentimiento y angustia.