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¿Qué sientes por alguien que te hace una promesa y no la cumple? No genera muchos buenos sentimientos hacia esa persona de tu parte, ¿verdad?

Proverbios 13:12 dice que “Esperanza frustrada, corazón afligido, pero el deseo cumplido es como un árbol de vida.”. Y en Eclesiastés 5:5 leemos “pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir.”.

Muchas relaciones sufren mucho debido a promesas y compromisos incumplidos. Si le has hecho una promesa a alguien, eso genera esperanza en esa persona. Él o ella tiene la esperanza de que tu harás lo que dijiste que harías. Ahora bien, si no cumples esa promesa sin una buena razón o explicación, eso le hace algo al corazón de esa persona, a sus sentimientos hacia ti. Están decepcionados, por supuesto, pero más que eso, se sienten traicionados porque no recordaste o no te preocupaste lo suficiente como para cumplir tu promesa. Es una forma de rechazo cuando lo piensas. Obviamente, eso no tiene que suceder muy a menudo en una relación antes de que se pague un precio terrible.

Salomón, el hombre más sabio que jamás haya existido, nos dice que es mucho mejor no prometer nada que hacer una promesa y no cumplirla. Los cristianos deben ser personas confiables, siempre diligentes en cumplir. Y recuerda que Jesús dijo que si no somos fieles en las cosas pequeñas, tampoco seremos fieles en las cosas grandes. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que somos fieles y confiables desde las cosas más pequeñas hasta las más grandes de nuestras vidas. ¿Tus amigos y familiares pueden depender de ti? ¿Cumples tus promesas?

Si descubres que tienes una tendencia a hacer compromisos, incluso pequeños, y no cumplirlos, esta podría ser una de las principales razones de algunos de tus problemas relacionales. Pídele a Dios que te ayude a ser más cuidadoso al hacer esas promesas, y luego a tomarlas muy en serio cuando las hagas. Créeme, hará una diferencia notable en tus relaciones.