Play

La Biblia tiene maravillosos consejos para nosotros acerca de las relaciones que, si se aplican, marcarán diferencias dramáticas en nuestras relaciones con nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo, todos.

Proverbios 17:17 es uno de los versículos clásicos para ayudarnos a mejorar nuestras relaciones. Dice sencillamente: “Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano”.

En todo momento, podemos aplicar eso muy literalmente. Un verdadero amigo está disponible en medio de la noche, los fines de semana, en las horas de almuerzo, los momentos reservados para ti, los momentos en que estás cansado, los momentos en que tu mismo te sientes muy necesitado. La amistad requiere un compromiso de tiempo de nuestra parte que puede ser costoso y sacrificado en ocasiones.

Muchas amistades son simplemente recíprocas: las personas involucradas dan a la relación con el propósito de recibir, y cuando no reciben lo que creen que deberían recibir, dejan de dar. Pero ese no es el tipo de relación que ama en todo momento. Jesús dijo que cualquiera puede amar a la persona que lo ama a cambio; pero el verdadero amor es cuidar a alguien cuando no te está mostrando el mismo cuidado y preocupación. A veces, incluso nuestras relaciones más cercanas pasan por períodos en los que parece que la otra persona no nos está dando como debería. Pero por la gracia de Dios podemos ser el tipo de amigo que sigue amando.

Ciertamente, en tiempos de adversidad, debemos estar ahí para nuestros amigos y familiares. ¿Alguien que conoces está pasando por aguas profundas en este momento? ¿Cuánto has estado ahí para esa persona? No tienes que tener respuestas; no necesitas grandes palabras de sabiduría. Sólo permanece ahí. Hazle saber que te importa de todas las formas posibles.

Si de verdad quieres mejorar tus relaciones, pídele a Dios que te ayude a ser el tipo de amigo que ama en todo momento. Así es Jesús con nosotros, y a través de él, podemos ser de la misma manera con los demás.