Play

¿Cómo podemos mantenernos positivos en un mundo negativo? Aquí hay una técnica mental que encuentro útil mientras lucho, como todos los demás, por mantener una actitud positiva en un mundo negativo.

Todos tenemos una cantidad limitada de energía para gastar en un día determinado. Si gastamos demasiado, empezamos a correr por estrés y ahí es cuando suceden cosas malas. Por lo tanto, debemos mantener nuestro suministro de energía emocional, mental y física en los niveles adecuados. Es nuestro deber dormir lo suficiente, hacer ejercicio y comer bien para reponer nuestros cuerpos. Y necesitamos reír, tomarnos descansos, escapar, no tratar de ser súper personas, comprender que no podemos complacer a todos, tener cuidado con nuestras tendencias perfeccionistas; todas esas cosas son importantes para mantener la cuenta bancaria de energía reaprovisionada.

Entonces tenemos que tener cuidado en cómo gastamos esa energía emocional. Caminemos por un día típico. Sales de casa de buen humor, pero antes de llegar al trabajo, hay un problema de tráfico o el conductor que va delante va muy lento o algo así. Entonces, la presión arterial comienza a subir y estás gastando energía emocional. Al llegar a tu trabajo, el teléfono suena y tienes que lidiar con una persona que llama enojada y molesta. Gastas más energía emocional. Aproximadamente a media mañana, el computador se apaga, luego tu jefe te deja más trabajo y ya estás retrasado en el horario, un compañero de trabajo te irrita y te causa problemas, te duele la cabeza al mediodía y el día va cuesta abajo desde allí.

Estás emocionalmente destrozado al mediodía; la cuenta está vacía porque has gastado todo tu dinero emocional en esas pequeñas cosas. Ahora, por el resto de ese día, estarás bajo estrés, diciendo cosas que no deberías, descargando tus frustraciones con personas inocentes y haciendo daño a tu cuerpo. No es inteligente, ¿verdad? Has desperdiciado mucha energía emocional en cosas que, en su mayor parte, realmente no importan.

Por lo tanto, trata de tener mucho cuidado con la forma en que gastas tu energía emocional. Haz que sea una cuestión de oración y habla mucho contigo mismo durante el día, mientras te encuentras con esos aspectos negativos. Digo cosas como “Mary, ¿qué diferencia va a hacer esto en 24 horas?” y si no tiene importancia en 24 horas, no debería gastar mi energía en ello.

A lo largo de tu día, hazte más consciente de cómo estás gastando esa energía emocional y sigue preguntándote: “¿Vale la pena?” Y por la gracia de Dios con su sabiduría, aprenderás a ser mucho más ahorrativo en la forma en que gastas tu energía.