Play

Estoy bastante segura de que hay muchos de ustedes que se sienten solos. Conozco el sentimiento. Es ese lugar vacío y doloroso en la boca del estómago, esa silenciosa desesperación que hace que la vida parezca sin sentido y te hace sentir inútil. La soledad siempre parece peor durante las temporadas de vacaciones, pero la Palabra de Dios nos muestra cómo afrontarla.

Alguien ha dicho que “toda la historia del hombre es un esfuerzo por romper su soledad”. Estamos diseñados por Dios para la amistad y tener compañía y cuando falta, afecta nuestra motivación, nuestro respeto por nosotros mismos, nuestra felicidad, casi todos los aspectos de nuestra vida.

Sin embargo, debemos reconocer que la soledad y el estar solos son dos cosas diferentes. Puedes sentirte solitario en medio de una multitud o en un grupo de amigos, o con un compañero o amigo que está contigo. O puedes estar solo durante largos períodos de tiempo y, sin embargo, no sentirte solitario. La soledad es un sentimiento, no un conjunto de circunstancias.

Nuestra cultura nos ha condicionado a creer que, si eres una persona digna, si eres normal, no estarás mucho solo. Por lo tanto, la soledad hace que muchas personas se sientan no deseadas, no amadas, innecesarias, indignas, y ese es el contenido y el dolor de la soledad.

Una mujer soltera de veintitantos años compartió conmigo una experiencia que creo que señala la actitud de nuestra sociedad sobre la soledad. Como su iglesia no tenía clases para solteros, se unió al grupo de parejas jóvenes, que era enseñada por la esposa del pastor. Un domingo ella no llegó a la Escuela Dominical y su maestra le dijo: “Lamento mucho que no estuvieras en la Escuela Dominical hoy. De verdad contaba con que estuvieras allí porque sabía que tendrías muchos buenos aportes para nuestra discusión, ya que hoy estábamos hablando de la soledad “.

La gente asume automáticamente que estar soltero significa que estás solo porque piensan que estar solo es lo peor del mundo.

Esta noción errónea sobre la soledad hace que las personas hagan las cosas más increíbles para evitar estar solas. Lo sé, porque he hecho algunas de ellos. He ido a lugares a los que nunca debería haber ido, he estado con personas con las que nunca debería haber estado, he gastado dinero que nunca debería haber gastado, solo para evitar estar sola.