Play

Ya que estamos en la temporada de usar calabazas para comida y decoración, pensé en señalar cómo los cristianos somos un poco como esas calabazas. Primero, Dios tiene que sacarnos de los “huertos de calabazas” de nuestras vidas, limpiarnos y luego sacar todas las cosas asquerosas que hay dentro. Hablamos cómo las semillas que crecen dentro de nosotros tienen que ser realmente limpiadas.

Una de las cosas favoritas para hacer con las calabazas en este momento de la cosecha es hacer faroles. Después de sacar todas las cosas asquerosas del interior, tallamos una cara sonriente y colocamos una vela dentro para iluminarla. Y el proceso es similar a cómo Dios nos cambia cuando le permitimos limpiar todas las cosas asquerosas que hay dentro.

Él talla una nueva cara sonriente y pone su luz dentro de nosotros para que brille para que todo el mundo la vea.

Uno de mis pasajes favoritos es el Salmo 40:2-3: Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.

Con una nueva canción para cantar y una sonrisa en tu rostro, te conviertes verdaderamente en una luz en tu mundo, como Jesús quiso cuando dijo: »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse (Mateo 5:14).

Proverbios 15:13 dice: El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu. Y de nuevo en el versículo 30: Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas.

¿Llevas una mirada alegre y una cara feliz a tu mundo todos los días? No estoy hablando de una sonrisa falsa o de fingir que todo está bien. Sino, estoy hablando de permitir que la luz de Dios dentro de ti brille a través de ti, sin importar las circunstancias. Cualquiera puede lucir alegre cuando todo va bien, pero cuando la vida es dura, es cuando una cara sonriente realmente marca la diferencia.

¿Sabías que cuando sonríes, esas endorfinas entran en tu interior y eso puede cambiar la forma en que te sientes? Y a veces la sonrisa viene primero y el gozo viene después, así que es una muy buena disciplina recordar sonreír más y dejar que la luz de Cristo brille a través de ti.