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¿Qué puedes hacer para que tu lugar de trabajo sea un lugar más agradable y amigable para trabajar? Me refiero a trabajar bien en tu lugar de trabajo, hacer un esfuerzo adicional si es necesario para crear una mejor relación con los compañeros de trabajo y la jefatura. Hablé sobre la importancia de no jugar el juego de la culpa. Aquí está la sugerencia número dos:

Trae siempre una solución cuando presentes un problema. Cualquiera puede quejarse y encontrar fallas, y hay mucho de eso en la mayoría de los entornos de trabajo. Pero la persona que aporta una solución a un problema es muy valiosa. Entonces, antes de entrar en modo de queja, pregúntate: si yo estuviera a cargo, ¿qué haría para resolver esta situación?

Al principio de mi carrera en ventas con IBM, recuerdo que mi jefe me dijo: “No tenemos problemas en IBM, Mary, tenemos oportunidades”. Ahora, eso puede sonar un poco cursi, pero si realmente todos abordaran un problema como una oportunidad, eliminaría la mayor parte de las charlas negativas y las quejas que prevalecen en demasiados lugares de trabajo.

¿Cuál identificarías como el problema número uno en tu lugar de trabajo? ¿Qué es lo que realmente te encantaría cambiar, que crees que realmente mejoraría tu entorno de trabajo? Tal vez sería algo que aumentaría la eficiencia o la productividad, o algo que eliminara un dolor de cabeza o una frustración. Identifica esa única cosa y luego propón una solución.

Si no puedes encontrar una solución, entonces ciertamente no tienes derecho a quejarte, ¿verdad? Tal vez estés pensando que nadie aceptaría tu sugerencia. ¿Pero ya lo has intentado? ¿Y has presentado tu idea de forma constructiva? Muchas personas predicen el fracaso incluso antes de intentarlo y, por supuesto, se convierten en profecías autocumplidas.

Proverbios 16:21 dice: “Los sabios son conocidos por su entendimiento, y las palabras agradables son persuasivas.”. Cuando presentes tu solución a un problema, se muy perspicaz acerca de cómo lo dices y haz que tus palabras sean agradables. Eso ayudará a que la otra persona escuche y le dé credibilidad a tu sugerencia.

Pero también ten en cuenta que a veces un problema es mucho más complicado de lo que crees, y puede haber circunstancias atenuantes de las que no tienes conocimiento.