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¿Alguien se está aprovechando injustamente de ti? No se me ocurre nada más frustrante y humillante, ¿y a ti? ¿Cuál es una respuesta cristiana apropiada cuando te encuentras siendo ultrajado?

Jesús estableció principios en Mateo 5 para permitir que las personas se aprovechen de nosotros. Déjame darte un ejemplo que le pasó a una amiga mía en su trabajo. Ella tomó una nueva posición dentro de su organización y se encontró con una compañera de trabajo que trató de ascender a expensas de mi amiga. Esta compañera de trabajo inició una campaña de mentiras y traiciones para quedar bien y hacer quedar mal a mi amiga. Esta compañera de trabajo hizo juegos políticos y se ganó la confianza de la gerencia, convenciéndola de que mi amiga no estaba haciendo su trabajo.

Mi amiga realmente luchó con esto, porque siempre trató de hacer que su desempeño laboral reflejara su amor por Jesús, y las mentiras estaban dañando su reputación. Le resultó imposible defenderse porque era la palabra de su compañera contra la suya. Durante dos años soportó esta situación, buscando constantemente la sabiduría de Dios. Y cada vez que oraba, el Señor le daba la misma respuesta: “Espera”. Ahora bien, esa no es la respuesta que queremos escuchar cuando alguien nos está maltratando, ¿verdad?

Pero durante este período, mi amiga decidió orar por su atacante y dejar que el Señor la defendiera. Después de dos años, esta compañera de trabajo se enfermó gravemente y mi amiga se quedó sola con el trabajo. Después de cuatro meses, su jefe la nominó como Empleada del Mes para todo el gran departamento. Llegó a comprender qué clase de empleada era realmente mi amiga, y ella estaba totalmente reivindicada. Nadie la despreció después de eso.

Entonces, verás, a veces Dios está trabajando detrás de escena, y cuando deseamos obedecerle y vivir según los principios de Mateo 5, abrimos grandes caminos de bendición que Dios puede derramar sobre nosotros.

Si te están despreciando en este momento, antes de que hagas algo para corregirlo o salir de él u obtener tu tajada, ¿harías primero lo que hizo mi amiga y orarías a Dios para que te guíe? En lugar de rogarle que cambie la situación, pídele que haga su voluntad tanto para ti como para todos los involucrados. Pídele que te enseñe lo que necesitas aprender a través de esta prueba. Dale permiso para mantenerte en esa situación mientras pueda traerle gloria. Y luego, déjalo ir y espera su dirección. Sabrás cuándo es el momento de actuar.