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(Presentado por Lisa Bishop)

Para algunos de nosotros, el cambio es estimulante y para otros puede resultar intimidante. Para algunos, el cambio se siente aventurero, y para otros, bueno, nos gusta lo que se siente seguro, cómodo y predecible. ¿Cuál es tu reacción cuando experimentas el cambio?

Cuando pienso en el cambio, pienso en la historia de Moisés en el libro de Éxodo. Como un pequeño repaso, cuando Moisés está pastoreando el rebaño de su suegro al otro lado del desierto, llega a Horeb, la montaña de Dios. El ángel del Señor se le aparece en una zarza que arde, pero que no es consumía por el fuego. Dios llama a Moisés desde la zarza, le dice que ha observado a su pueblo soportando el sufrimiento y la opresión de los egipcios y le dice a Moisés que él es el que Dios usará para liberar a los israelitas de Egipto y llevarlos a la tierra prometida. Reaccionando con miedo, Moisés dice: “¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar a los israelitas de Egipto?” Dios le responde: “Ciertamente estaré contigo” (Éxodo 3:11-12).

No hace falta decir que, a partir de este momento, la vida de Moisés se altera, el curso de su vida cambia para siempre.

A medida que se desarrolla la historia y aumenta el temor de Moisés a futuras confrontaciones con el faraón, su fe también flaquea. Murmura: “Perdona a tu siervo, Señor. Nunca he sido elocuente, ni en el pasado ni desde que hablaste con tu sirviente. Soy tardo en el habla y en la lengua”. La refutación de Dios es fuerte y dice: “¿Quién dio la boca a los seres humanos? ¿Quién los hace sordos o mudos? ¿Quién les da la vista o les hace ciegos? ¿No soy yo, el Señor? Ahora ve; Yo te ayudaré a hablar y te enseñaré qué decir” (Éxodo 4:10-12). Incluso con esta fuerte seguridad del Señor, Moisés todavía le ruega a Dios que lo pase por alto y use a alguien más para el desafío que se avecina.

Es posible que te preguntes: “¿Qué tiene esto que ver con el cambio de rumbo en mi vida?” Me alegra que hayas preguntado. Verás, puede haber momentos en la vida en los que se te llame a hacer una corrección de rumbo o cuando Dios te llame a hacer un cambio en la vida que provoque temor, una sensación de insuficiencia o una resistencia absoluta. La historia de Moisés nos recuerda que, en medio del cambio, Dios está cerca. De hecho, en medio del temor de Moisés y su fe vacilante ante el cambio, de pastor a libertador, Dios le dice dos veces a Moisés: “Yo estaré contigo”.

¿Hay algún área de tu vida en la que necesites ese mismo recordatorio? Que sea lo que sea que estés enfrentando, ¿Dios te ve?

Cuando te enfrentas a la incertidumbre, puedes sentirte tentado a temer en lugar de apoyarte en la fe. Así que deja que esto sea un recordatorio para ti hoy de que, sea cual sea tu circunstancia, cada vez que la vida te presente una dificultad, Dios dice: “Yo estaré contigo.