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Quiero hablar brevemente sobre un concepto llamado aceptación radical. Estaba leyendo el primer capítulo de Primera de Samuel y pensaba en Ana y en la frecuencia con la que subía al templo y clamaba al Señor porque no le había dado un hijo. Y pienso en estas temporadas de la vida en las que estamos y que no elegimos. Que quizás nuestras decisiones nos llevaron allí, pero el resultado no es el que queríamos. Estamos luchando por ver realmente por qué Dios nos tiene aquí en esta temporada particular de la vida.

Y creo que una de las cosas con las que luchamos con mucha frecuencia es mirar y reconocer la oportunidad que podemos tener en este tiempo, aunque no lo elegimos o no quisiéramos estar allí. Y aquí es donde entra el concepto de aceptación radical. Me gusta usar esta analogía con aceptación radical.

Estamos en el corazón de Chicago. Tenemos este hermoso río en Chicago que atraviesa el centro de la ciudad. Y digamos que estás caminando por el río en una hermosa tarde de verano y alguien no está prestando atención y te tira al río.

Ahora no elegiste estar allí, no querías estar allí, pero tienes que salir. Entonces, la aceptación radical es decir que está bien: aquí es donde me encuentro ahora y son todas las emociones que vienen con ello, la decepción, el miedo, la ansiedad, la emoción molesta, lo que te impulsa a permanecer en ese lugar.

Estás diciendo que esto es lo que es y que puede que no quieras estar aquí, pero tampoco hay garantía de que vayas a estar aquí para siempre. Y a veces nos quedamos atrapados con ese obstáculo.

Entonces, ¿qué se necesita para decir, está bien, en esta temporada, (tal vez sea soltería, tal vez sea infertilidad, tal vez sea un conflicto en tu matrimonio)? Voy a aceptar esto radicalmente. Y esto no es resignación. No se trata de rendirse y lanzar la bandera blanca de la rendición. Es decir que voy a aceptar dónde estoy ahora. Voy a decir que esto es lo que es y luego voy a cambiar mi perspectiva para ver dónde Dios todavía puede usarme. Para ver dónde puedo dar un paso adelante en el río. Es decir que no quiero estar aquí, pero estoy aquí y para poder hacer eso necesito empezar a nadar para salir.

¿Qué en tu vida hoy puedes estar aceptando radicalmente y mirando las oportunidades que Dios tiene frente a ti y avanzando hacia ellas, reconociendo  que, como muchas otras opciones y oportunidades en la vida, esto es solo por un tiempo?