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No soy una gran jardinera, pero he descubierto que, si dejas que las malas hierbas echen raíces, y pueden echar raíces rápidamente, es realmente un trabajo difícil arrancarlas. Oh, puedes arrancar el crecimiento de la parte superior con bastante facilidad, pero si no obtienes esas raíces, esa hierba vuelve a crecer antes de que le des la espalda.

Lo mismo ocurre con el jardín de nuestros corazones. Las raíces amargas pueden hundirse fácilmente en nuestras almas y causarnos muchos problemas. En Hebreos 12:15 leemos: “Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos”.

¿Cuáles son algunas de las raíces amargas comunes que pueden crecer en nuestro corazón?

  • La amargura del rechazo

Muchos de ustedes han experimentado un rechazo significativo en su vida: de padres, hermanos, compañeros, hijos, amigos, empleadores. A veces esos rechazos son evidentes, a veces sutiles, pero en todos los casos son dolorosos. Y es muy fácil permitir que el dolor del rechazo empiece a echar raíces en tu corazón y florezca en amargura.

  • La amargura de los sueños incumplidos

¿Será que toda tu vida has tenido cierto sueño, un deseo, una esperanza, una pasión, pero a pesar de mucha oración, ese sueño no se ha hecho realidad? Tu caballero de brillante armadura no se presenta; esos hijos que tanto deseas no han nacido; la educación / carrera / éxito que planeaste cuidadosamente todavía está en la tabla de planificación. Los sueños incumplidos crean un terreno fértil para las raíces amargas.

  • La amargura de la mala salud

Si estás luchando con algún problema de salud en tu vida, realmente puede amargarte. Empiezas a mirar a las personas sanas con envidia e ira porque están sanas y tú no. O podría ser que alguien cercano a ti tenga problemas de salud, lo que te hará sentirte amargado.

  • La amargura de la pérdida

¿Qué has perdido últimamente? ¿Tu trabajo? ¿Tu orgullo? ¿Te ha robado la muerte a un ser querido? ¿O un divorcio? ¿O el pecado ha quitado una relación cercana con un hijo, un padre o un amigo? Pérdidas como estas son píldoras amargas para tragar, y esa raíz puede cavar profunda y muy rápidamente.

Si sospechas que alguna de estas raíces de amargura, o algunas que no he mencionado, está echando raíces en tu corazón, quiero animarte porque puedes liberarte de esa amargura si así lo deseas.