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¿Estás cansado de la carga de la amargura? ¿Estás listo para arrancar las raíces amargas que han crecido en el jardín de tu corazón? Aquí tienes algunas ideas muy específicas que puedes poner en práctica. Pero como todo deshierbe, tienes que trabajar duro para que suceda. Sin embargo, las hermosas flores que luego podrán crecer en tu vida valdrán la pena.

Hebreos 12:15 dice que somos responsables de evitar que esas raíces amargas se conviertan en una fortaleza en nuestras vidas. Para deshacerse de esas malas hierbas, aquí está mi primera sugerencia: Escriba en una tarjeta de 3 x 5 (o en sus notas en tu teléfono, etc.) Salmo 40: 2 y 3:

Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó. 3 Me dio un canto nuevo para entonar,   un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor..

Léelo en voz alta todos los días antes de salir de casa o temprano en el día. Esto enfocará tu mente en la gracia de Dios y te ayudará a recordar cuán bendecido eres por Jesús y lo que hizo por ti. Este es un gran herbicida.

Aquí tienes otra buena idea. Practica el Salmo 92: 1-2:

Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo. Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad…

Por la mañana canta una canción sobre el amor de Dios. Simplemente hazlo parte de tu rutina matutina. Aquí hay algunas sugerencias: Jesús me ama, Tu bondad amorosa es mejor que la vida, Piensa en su amor. Asegúrate de cantar canciones sobre el amor de Dios por ti, no tanto sobre cómo lo amas. Tú quieres concentrarte por la mañana en cuánto te ama él.

Luego, antes de acostarte por la noche, canta una canción sobre la fidelidad de Dios. Grande es su fidelidad..  es una buena canción y puedes cantarla mientras te preparas para ir a la cama. Solo hazlo todas las noches.

Seguir estas dos sencillas sugerencias te ayudará a evitar que te pierdas la gracia de Dios y esas raíces amargas comenzarán a marchitarse y a morir. Vas a estar lleno de la gracia de Dios y un corazón lleno de gracia no deja lugar para raíces amargas. Te prometo que funcionará si, con una fe sencilla como la de un niño, te aseguras de no perder la gracia de Dios y de que ninguna raíz de amargura crezca para causarte problemas y contaminar a muchos (Hebreos 12:15).

Por supuesto, entonces serás más feliz y todos los que te rodean se beneficiarán también, porque ya no los contaminarás con tu amargura. Amo la Palabra de Dios; es tan práctica. Espero que te ocupes arrancando esas amargas raíces.