Play

Uno de los peores, más letales y destructivos malos hábitos que tu o yo podríamos tener es la procrastinación. Tienes que dejarlo atrás de una vez por todas, porque realmente está engullendo las obras, no solo en tu propia vida, sino que también afecta la vida de muchos otros.

Por ejemplo, cuando pospones las cosas en tu trabajo, tiene un efecto indirecto sobre tus compañeros de trabajo y la gerencia, sobre la efectividad de la organización. Cuando pospones las cosas en casa, afecta a los miembros de tu familia. Y cuando pospones las cosas en tu vida espiritual, se pierde todo tipo de bendiciones que Dios quiere otorgarte. ¡La procrastinación es sufrimiento autoinfligido!

¿Qué nos hace postergar las cosas? Hay muchas razones, pero para citar una sola, “El problema es que crees que tienes tiempo”. Pienso en un estudiante universitario que conozco que tiene una tarea pendiente en cuatro semanas, piensa: “Oh, tengo mucho tiempo”, y luego lo pospone hasta el último minuto, tiene que hacerlo demasiado rápido y como resultado, obtiene algunas calificaciones insatisfactorias. No es una persona irresponsable, pero simplemente no comienza un proyecto hasta que está en modo de crisis.

Esperar es una trampa. Siempre puedes pensar en razones para posponer algo, pero generalmente no son buenas razones. Alguien ha dicho: “Nada es tan fatigoso como estar eternamente pendiente de una tarea incompleta”. ¿Te das cuenta de que una de las razones por las que puedes estar muy cansado es que te aferras a muchas tareas sin completar y que simplemente agotan tu energía? Están aferrados a tu mente, obstruyendo tu pensamiento y provocando que desperdicies energía.

Colosenses 3:23 dice: ” Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente.” Si oras esto en tu vida todos los días, comenzará a curarte de la procrastinación. Podrías orar: “Señor, hoy ayúdame a trabajar con todo mi corazón, a hacer lo que hay que hacer, a hacerlo ahora, a hacerlo bien y a hacerlo por ti”. Verás una diferencia si te vuelves intencional en dejar atrás la procrastinación.