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Estamos viviendo momentos muy diferentes en este momento, y muchos están trabajando desde casa, incluidas las madres solteras. De la noche a la mañana se han convertido en trabajadoras desde casa, profesoras de colegio en el hogar y cuidadoras 24/7. Eso es cierto para nuestra amiga ficticia, Fran, que ha establecido una oficina temporal en la esquina de su comedor y un salón de clases temporal en la mesa de la cocina para sus dos hijos, Drew y Alice.

Cuando suena la alarma este lunes por la mañana, ella cansadamente se arrastra fuera de la cama para enfrentar otro día en casa con dos niños. Ella tiene a sus hijos inscritos en un curso de verano en línea para mantenerlos ocupados y poder trabajar. Después de un tiempo tranquilo con Jesús, se pone esos cómodos pantalones cortos y una camisa vieja, porque después de todo, ella no irá a ningún lado hoy, así que lo que usa no importa.

Ella trata de dejar que los niños duerman el mayor tiempo posible, dándole la oportunidad de hacer algunas cosas antes de que invadan su mundo. Cuando ingresa a su nueva oficina, se enfrenta a un mundo de trabajo que le espera en su computadora. “Dios mío, hay 24 correos electrónicos nuevos esta mañana. ¿A qué hora se levantan estas personas para escribirme tan temprano?

Justo cuando ella comienza a abordar todo eso, Drew entra frotándose los ojos soñolientos. “Oye, mamá, ¿podemos desayunar panqueques?”

“Drew, ayer comimos panqueques, así que hoy hagamos cereales, si eso está bien”. Fran intenta no recordarles continuamente que ella tiene que trabajar desde casa y que tienen que darle un descanso, porque después de todo no es su culpa. Pero realmente no entienden que ella tiene que pasar mucho tiempo trabajando desde casa.

“Pero me gustan más los panqueques. ¿No puedes hacer unos panqueques? ” Drew no se rinde fácilmente.

“Los panqueques son para los fines de semana, cariño. Asi que tu cereal y leche están listos en la cocina. Por favor come eso hoy, ¿de acuerdo? Fran lucha por controlar su impulso de hablarle sobre cómo tiene que trabajar, pero eso no es fácil de hacer.

Bueno, eso es solo el comienzo de un día para esta madre soltera que trabaja desde casa. Permítanme recordarles a todos que estos tiempos llenos de estrés pueden sacar lo peor de nosotros. Nuestras capacidades de afrontamiento se estiran y nuestra paciencia se ve desafiada. Dios entiende eso, y nos ofrece mucha gracia en momentos como estos. Así que date un poco de gracia hoy y confía en Dios para que te ayude a pasar otra semana inusual.