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¿Cómo dejas atrás tu pasado? El apóstol Pablo escribió que se olvidaba de lo que había atrás y se esforzaba por llegar a la meta que tenía delante. Entonces, obviamente, estaba aprendiendo a dejar atrás su pasado.

Ahora, piensa en lo que había atrás de Pablo. Una vida de rebelión contra Cristo cuando en realidad era enemigo del Señor, persiguiendo y matando a los cristianos por su fe, antes de su conversión. Después de eso, tuvo otras cosas en su pasado para olvidar: fracasos, por ejemplo. Todos sus planes para servir al Señor no habían tenido éxito como él quería. Se le había impedido ir a ciertos lugares y hacer lo que planeaba hacer.

Los problemas de relación también estaban en su pasado. Tenía un desacuerdo con Bernabé sobre Juan Marcos, y algunos de los otros cristianos sospechaban de él y de su conversión. Pero decidió olvidar lo que había atrás de él para alcanzar la meta celestial que tenía por delante.

¿Puedes nombrar las cosas de tu pasado que todavía están colgando de tu cuello? ¿Hay momentos en los que estás viviendo en el pasado en lugar de seguir adelante por lo que Dios tiene para ti en el futuro? Si es así, y si deseas liberarte de ese pasado, ¿comenzarás por decirle a Dios que estás dispuesto a dejar el pasado atrás? Puede que no creas que sea posible hacerlo, pero tu parte es estar dispuesto a dejar que Dios lo haga.

Ahora, piensa mucho en eso, porque a veces nos aferramos a nuestro pasado a propósito. No queremos dejar ir los sentimientos heridos; no queremos dejar ir nuestro síndrome de mártir; no queremos dejar ir la amargura. Para estar dispuesto a dejar atrás tu pasado, debes estar dispuesto a dejar pasar esas cosas y permitir que Dios obre algo nuevo en ti. Pero Dios no puede hacer eso hasta que le des permiso para hacerlo, con todo tu corazón. Francamente, esa es la parte difícil, especialmente si has estado revolcándote en tu pasado o agobiado por tu pasado durante mucho tiempo.

En Jeremías 32:27 leemos: “Yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo demasiado difícil para mí? Esa es la pregunta que tienes que responder. ¿Es esto demasiado difícil para Dios? Si crees que él es el Dios de la Biblia, con todo el poder, la sabiduría, el conocimiento y la fuerza, entonces la respuesta debe ser “No”. Entonces, ¿estás listo para hacer tu parte y darle permiso a Dios para que te ayude a dejar atrás tu pasado?